Cartel Yo también |
Yo también (2009)
Dirección: Álvaro Pastor, Antonio Naharro
Guión: Álvaro Pastor, Antonio Naharro
Reparto: Lola, Dueñas, Pablo Pineda, Isabel García Lorca,
Antonio Naharro
Daniel (Pablo Pineda) es una persona con Síndrome de Down
que se ha convertido en el primer europeo con un título universitario; trabaja
en los servicios sociales de la administración pública sevillana. Allí coincide
con Laura (Lola Dueñas), una compañera de trabajo de la que se enamora.
En esta película, tan necesaria para mostrar con naturalidad
la pluralidad de la sociedad, se mezclan un par de conflictos muy interesantes,
además del principal, que abordaremos después.
El primero, el de Daniel, una persona a la que la sociedad
le niega parte de sus características humanas; sí, claro que puedes trabajar,
integrarte como uno (o casi) más, pero eso de enamorarse, como que no. Y de
follar, ni hablemos, qué barbaridad, qué cosas tienes. Es curiosa la capacidad
que tenemos para negarles los sentimientos y las necesidades a las personas que
tienen algún tipo de diferencia. Debe ser que cuando vas en silla de
ruedas, te falla algún sentido o se te
triplica el cromosoma 21, para la sociedad el corazón te deja de latir,
sentimentalmente hablando.
El segundo conflicto, el de Laura, una mujer que llena su
vida sentimental de experiencias sexuales vacías. Es decir, lo que en la
moderna sociedad española del siglo XXI se conoce técnicamente como “ser una
puta”. Y es que, como decía el bolero, pasarán más de mil años o muchos más, y
en este olvidado agujero del planeta, las mujeres que no cumplan con la más
estricta monogamia sexual, seguirán siendo unas putas.
El tema principal de la película, la reivindicación de la
propia identidad, como hace Daniel con su madre cuando le reprocha no haberle
aceptado nunca tal y como es, se mezcla con la libertad de acción de Laura, que
choca frontalmente con el pensamiento mayoritario en la sociedad, si te
comportas así, o eres puta o estás enferma.
En el caso de Yo también, la historia triunfa en el caso de
Daniel, maravillosamente interpretado por Pablo Pineda, y de las otras personas
con Síndrome de Down que aparecen. Personas que tienen necesidades afectivas,
nada más. Magnífica película en este sentido.
En el caso de la historia de Laura, a la que da vida una
Lola Dueñas estratosférica, la película flojea y hace aguas, cayendo en todos
los tópicos habidos y por haber, esa mujer que se va con todos por lo mucho que
ha sufrido de pequeña. No es puta por vicio sino por enfermedad, menos mal.
Sin embargo, sumándolo todo, la película merece mucho la pena.
¿A qué esperáis?
Valoración: 8 sobre 10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario